Las renegociaciones hipotecarias se disparan tras la entrada en vigor del código de buenas prácticas 

El registro de cambios de las condiciones de las hipotecas se ha disparado en el comienzo del año. La llegada del código de buenas prácticas para aliviar la carga hipotecaria de los hogares más vulnerables, además de incluir la posibilidad de reducir cuotas alargando la vida de la hipoteca, introducía la obligación de los bancos de cambiar de tipo variable a fijo sin coste, eso sí, sin introducir ningún límite al tipo fijo. El código se aprobó a finales de noviembre y en los meses posteriores se han ido adhiriendo los diferentes bancos hasta alcanzar una amplia mayoría de entidades.

“Cualquier medida normativa tendente a facilitar el cambio de condiciones financieras del préstamo incentiva a los prestatarios a examinar su situación y valorar la posibilidad de novar su préstamo en busca de las mejores condiciones posibles. Indudablemente esto puede verse reflejado en un incremento estadístico”, apunta María Teresa Barea, portavoz del Consejo General del Notariado.  

En este contexto, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que se extraen del Colegio General de Registradores muestran que en enero se produjeron 10.322 novaciones, lo que en la jerga del sector se traduce como modificaciones producidas dentro de la misma entidad financiera. 

Si se compara en términos interanuales, la cifra cae; pero si se observa la tendencia de este indicador en los últimos meses del año —una vez que las entidades ya habían actualizado su cartera de precios hipotecaria tras las últimas subidas del BCE — ahí es donde se ve el repunte. Tras meses de estabilidad en las novaciones hipotecarias, en enero se produce un repunte de estas.  

Además, en este mes de enero, el INE registró 1.708 subrogaciones de acreedor, es decir cambios de bancos, y otras 514 subrogaciones de deudor, cambiar la hipoteca de titular. Así, en total entre cambios de novaciones y subrogaciones hubo 12.554 hipotecas con cambios en sus condiciones.  

De la cifra el organismo recoge que el 39,5% se deben a modificaciones en los tipos de interés, según explica el organismo en una nota. Después del cambio de condiciones, el porcentaje de hipotecas a interés fijo aumenta del 11,1% al 50,8%, mientras que el de hipotecas a interés variable disminuye del 87,9% al 47,8% 

La línea ascendente tras la pandemia 

A pesar de la subida de los tipos y de las moratorias aplicadas durante la pandemia del COVID-19, las cifras de novaciones y subrogaciones se mantienen en niveles elevados si se compara con la serie histórica. En este sentido, los datos recopilados por el Consejo General del Notariado apuntan que 2022 se cerró con 64.835 novaciones en las hipotecas y con 9.340 subrrogaciones.  

“Se sigue observando en la estadística que, pese a haberse superado la fase temporal en la que se formalizaron las moratorias derivadas de las especiales circunstancias de la pandemia, continúa en cifras altas la cantidad de escrituras de novación modificativa de préstamo hipotecario que se otorgan”, apunta Barea.  

“Cualquier coyuntura de cambios en el mercado financiero y en las condiciones de tipo de interés de los préstamos motiva que los prestatarios evalúen su situación y busquen las mejores opciones. Y el escenario de subida de tipos actual no está siendo una excepción en ese sentido”, añade Barea preguntada por si la subida de tipos ha sido la causa de este freno en los cambios dentro de las condiciones de las hipotecas.  

En 2021, con los tipos todavía en negativo pero con visos de que el BCE volviera a la senda de subidas, se produjeron 102.027 novaciones y 7.230 subrrogaciones; mientras que en 2020, con las moratorias de las hipotecas en vigor, se reflejaron 131.196 novaciones y 5.622 subrrogaciones, según los datos del Colegio General del Notariado. Si nos retrotraemos al año previo a la pandemia, en 2019, los cambios hipotecarios recogidos como novación son sustancialmente menores con una cifra de 32.624 y 3.219 subrogaciones.