Las pymes anticipan una ‘primavera negra’ con una oleada de concursos
Cepyme cree que el elevado volumen de concursos responde, además de al fin de la moratoria concursal, a la situación económica de las pequeñas y medianas empresas
Casi un millar de pymes (931) presentaron concurso de acreedores entre septiembre y diciembre de 2022 tras el fin de una larga moratoria concursal. Este número de concursos registrados supone un incremento del 23,6% respecto al mismo periodo del año anterior y, lejos de frenarse la tendencia, Cepyme anticipa que las situaciones de insolvencia seguirán aumentando por la suma de factores adversos sobre las pequeñas y medianas empresas.
Así lo ha afirmado el presidente de la organización, Gerardo Cuerva, en una jornada sobre la nueva ley concursal celebrada este jueves, en la que ha previsto «un mantenimiento de la presentación de concursos» en los próximos meses «de forma elevada«. Las causas que llevan a esta situación son múltiples y tienen que ver, en parte, con la situación económica de las pymes, más allá del lógico pico estadístico por el fin de la prohibición de presentar concursos iniciada con la pandemia de la covid.
Desde Cepyme apuntan al aumento de los costes de producción por la inflación, de los costes laborales, de la carga financiera y al endeudamiento tras la pandemia. Este último, canalizado especialmente a través de los créditos ICO, una «herramienta que funcionó para salvar gran parte del tejido empresarial español» durante la pandemia, pero que «no deja de ser un sobreendeudameinto de más de 130.000 millones de euros que suponen otra piedrecita más para la pequeña y mediana empresa».
Por otra parte, Cuerva ha detallado que la subida de costes es «desmesurada» por la inflación: los energéticos aumentan «un 100%» en las pymes mientras las ventas no mejoran al mismo ritmo. «Teniendo en cuenta la inflación las ventas están subiendo un 13% de media, si quitamos el efecto inflacionista podríamos asegurar que estamos congelados», ha explicado.
Desde Cepyme resaltan además su preocupación por la desaparición de autónomos en 2023, ya que el número de afiliados al RETA cayó en 4.607 personas en febrero respecto al mismo mes de 2022, descenso centrado, sobre todo, en el comercio y la hostelería.
Los concursos predominan pese a la nueva ley
Jaime Fúster, socio de F&P Asesores, coincide con la previsión de Cepyme sobre el aumento de concursos de acreedores en los próximos meses y avisa de que, con el mantenimiento de la «moratoria contable (…) parece que las empresas están bien cuando en realidad están en situación concursal». El abogado estima que las sociedades mercantiles que estarían en dicha situación son unas 120.000.
La nueva ley concursal, que ha terminado de entrar en vigor el uno de enero de 2023, prioriza que, ante situaciones de este tipo, las empresas presenten planes de reestructuración para evitar el concurso de acreedores y tener más posibilidades de recuperar la viabilidad de la empresa. Sin embargo, este cambio de cultura empresarial aún no se percibe.
«La idea de la ley es evitar el concurso (…) pero otra cosa es la práctica», reconoce Fúster, que anima a difundir que ya existe un mecanismo que ayuda a las empresas a evitar el concurso. «Puede salvar que muchas empresas cierren y puede salvar muchos puestos de trabajo», asegura.
La ley concursal establece mayor flexibilidad para las situaciones de insolvencia y falta de liquidez de las empresas, fijando también trámites más cortos para las liquidaciones y un procedimiento especial abreviado para micropymes de menos de 10 trabajadores. No obstante, desde Cepyme llaman a la prudencia para valorar sus efectos: «El éxito o fracaso dependerá de aplicarla o no en tiempo. De que los tiempos sean los que necesita el tejido productivo y la empresa en cada momento», ha asegurado Cuerva.