Pulso a Von der Leyen por su freno al euro digital: Bruselas rectifica y se aprobará el 28 de junio
Esta parece la última oportunidad de regular una moneda digital comunitaria, dado que a la Eurocámara apenas le resta un año de mandato antes de las próximas elecciones en Bruselas
En Bruselas se está viviendo un auténtico pulso político y finalmente la Comisión Europea ha dado un giro de 360 grados para volver a su posición inicial. Tras haberse caído del orden del día del próximo ECOFIN el pasado domingo por la noche en el Colegio de Comisarios por una orden directa de la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen, finalmente se propondrá un marco legal para la moneda digital el próximo miércoles, tal y como estaba previsto originalmente.
Así lo ha anunciado la comisaria de Finanzas, Mairead McGuinness, en la noche de este martes durante un evento fintech en la capital comunitaria y ha confirmado a otros representantes institucionales que seguía para adelante. Fuentes europeas señalan a ECONOMÍA DIGITAL que esto contradice la agenda que había salido del Colegio de Comisarios el domingo por la noche, de donde se había eliminado el proyecto del euro digital y que en un primer momento se atribuyó a «una errata», por lo que no había trascendido hasta este martes cuando se conoció que también se había desterrado de la próxima reunión del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros, más conocido como el ECOFIN, que tendrá lugar en julio, como adelantó en primicia este diario.
De este modo y tras el último movimiento, el nuevo marco regulatorio del euro digital se publicará el 28 junio con el paquete de la Directiva europea de Servicios de Pago, en sus siglas en inglés PSD3, y open finance. Las fuentes consultadas por este periódico atribuyen el tira y afloja a una demostración de fuerza por parte de la presidenta de la Comisión y del vicepresidente y comisario del Euro, Valdis Dombrovskis.
El euro digital y los problemas de privacidad
Esta parece la última oportunidad de regular una moneda digital comunitaria, dado que a la Eurocámara apenas le resta un año de mandato antes de las próximas elecciones de la Unión. En marzo se disolverá el Parlamento y las dudas que estaba generando el proyecto del euro digital parecían obstáculos lo suficientemente amplios como para pararlo. El principal punto caliente de esta legislación era la privacidad de los usuarios del euro digital.
El Eurogrupo exponía en el último documento sobre los avances del euro digital del 15 de junio que se trata de «una opción de pago que permite a todos pagar digitalmente en cualquier lugar de la zona del euro», además de la «evolución del efectivo en la era digital, protegiendo el papel del dinero público como ancla monetaria para el sistema financiero» y «una plataforma europea para la innovación, que permite a los intermediarios crear servicios para
sus clientes que están disponibles al instante en toda Europa» e incluso «aumentar la resiliencia de los pagos europeos y apoyar la autonomía estratégica».
Cabe recordar que un euro digital no sería una criptomoneda, puesto que estaría respaldado por un banco central. Los bancos centrales tienen el mandato de mantener el valor del dinero, independientemente de que sea físico o digital. Los criptoactivos no están respaldados ni gestionados por ninguna entidad central y, por tanto, no se tiene garantía de que se pueda canjear por dinero en efectivo.