Pensiones: estas son las enfermedades que causan incapacidad laboral
Las enfermedades pueden crear situación de baja temporal o permanente, y esta última puede ser parcial, total o absoluta
Las pensiones por incapacidad laboral, ya sean temporales o permanentes, son ayudas económicas que otorga el Gobierno para ayudar a los trabajadores que no pueden cumplir sus labores con normalidad debido a un accidente o enfermedad.
Si presenta una baja temporal, recibe una asistencia sanitaria y un subsidio del 75% de la base reguladora hasta por 12 meses, que se puede prorrogar por seis meses más.
La incapacidad permanente es cuando el trabajador pasó por un tratamiento médico y presenta reducciones anatómicas o funcionales graves que disminuyen o anulan su capacidad laboral.
Diferentes tipos de incapacidad permanente
De aquí se desprenden tres grados de invalidez: la parcial (donde la disminución es mayor al 33%), la total (en que no puede realizar sus tareas pero puede dedicarse a otras labores) y la absoluta (que lo inhabilita para cualquier trabajo).
El Real Decreto 1299/2006 precisa las enfermedades que pueden ser responsables de casos de incapacidad permanente
A grandes rasgos, se dividen en estos grupos:
- Enfermedades profesionales causadas por agentes químicos (como metales, halógenos o ácidos).
- Las causadas por agentes físicos (que generan hipoacusia, enfermedades osteoarticulares o las creadas por posturas forzadas).
- Patologías debidas a agentes biológicos (habitual en personal sanitario, de laboratorios u odontólogos).
- Por inhalación de sustancias y agentes no comprendidos en otros apartados.
- Enfermedades profesionales de la piel provocadas por sustancias y agentes no incluidos en otro grupo.
- Las originadas por agentes carcinogénicos.
No hay un listado oficial de la Seguridad Social sobre enfermedades incapacitantes, porque la legislación actúa sobre secuelas, no en diagnósticos
A su vez, entre las patologías para otorgar una pensión por incapacidad permanente se encuentran diferentes tipos de esclerosis, depresión crónica, fibrosis pulmonar, espondilitis anquilosante, insuficiencia respiratoria crónica, diversos tipos de cáncer, síndrome de Menière y enfermedades de la columna vertebral.
Enfermedades que pueden crear incapacidades
Otras enfermedades susceptibles de crear situaciones de incapacidad laboral son agorafobia, alzheimer, artritirs reumatoide, artrosis cervical, ataxia, cardiopatía isquémica, diabetes, distimia, enfermedades hepáticas, epilepsia, EPOC, enfermedades renales, escoliosis, esquizofrenia y fibromalgia.
También están incluidas patologías como ictus, hernia discal, lupis, migraña, lesión medular, parkinson, narcolepsia, retinopatía diabética, síndrome del túnel carpiano y los trastornos de ansiedad, bipolar o el adaptativo mixto.
Cabe aclar que no hay un listado oficial de la Seguridad Social sobre enfermedades incapacitantes, porque la legislación española se basa en secuelas, no en diagnósticos: o sea, depende cómo repercuten las consecuencias de cada patología para determinar si afectan o no (y en qué grado) la capacidad para trabajar.