El observatorio de márgenes empresariales del Gobierno complica la negociación salarial entre patronal y sindicatos
El inicio de los trabajos para el observatorio de márgenes llega en un momento de reanudación de las negociaciones para el V AENC y con el rechazo de los empresarios por ser “intervencionista”
El Gobierno está trabajando desde los ministerios de Asuntos Económicos y de Hacienda en la puesta en marcha de un observatorio de márgenes empresariales, según confirman a Economía Digital fuentes ministeriales y anunció la propia vicepresidenta primera, Nadia Calviño, en una de sus intervenciones en Washington el pasado martes.
Esta idea es, aunque con alguna variación, originaria del sindicato CCOO, cuyo secretario general, Unai Sordo, la planteó por primera vez en febrero en un encuentro con periodistas y la propuso junto a UGT a las patronales el pasado 1 de marzo. Tras un parón por la Semana Santa, la creación del observatorio comienza a ser viable, justo cuando se reanudan las conversaciones con CEOE y Cepyme para el V Acuerdo del Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). Negociaciones que ya terminaron atascadas el pasado mayo de 2022 por el desacuerdo en ligar las subidas salariales al IPC.
El observatorio de márgenes complica nuevamente el clima de negociación con unas organizaciones empresariales que, de entrada, no lo apoyan. Desde la CEOE se reafirman en que esta iniciativa trata de «establecer una política intervencionista», como ya apuntó su presidente, Antonio Garamendi, en declaraciones a los medios el miércoles y critican que siguen careciendo de detalles sobre lo anunciado por el Gobierno. En esta línea, fuentes del entorno empresarial ven con preocupación que el Ejecutivo influya de facto en una negociación en la que no tiene competencia, como es la del AENC, iniciando un observatorio de este tipo tras la petición de los sindicatos.
Por el momento, patronal y sindicatos mantienen conversaciones con discreción, pero no han convocado oficialmente una mesa de diálogo del AENC. Aunque fuentes de la negociación inciden en la voluntad de dialogar y alcanzar un acuerdo, este se antoja lejano, ya que solo se están tratando cuestiones generales, sin entrar a hablar de cifras de subidas salariales ni del observatorio de márgenes empresariales. Es decir, que a efectos prácticos, la negociación está en el mismo punto que antes de las vacaciones, pero a falta de medio mes del 1 de Mayo, día del trabajador y fecha para la cual los sindicatos querían tener cerrado el acuerdo.
La confrontación real se verá, por tanto, en los siguientes pasos, cuando las patronales presenten una propuesta salarial que, según aseguró en marzo Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, tendrá «discrepancias» con la de los sindicatos. Esta consiste en subidas salariales iniciales del 5% en 2022, el 4,5% en 2023 y el 3,75% en 2024 y subidas adicionales ligadas a la inflación y a la situación económica de las empresas que refleje el deseado observatorio de márgenes empresariales.
Referencias en la propuesta sindical y en el Ejecutivo francés
El Gobierno plantea que el observatorio integre los datos del Banco de España, el INE y la Agencia Tributaria para «tener un análisis conjunto conforme a los indicadores que ya se están publicando», según detalla el Ministerio de Asuntos Económicos. El objetivo es ver cómo evolucionan los diferentes sectores y sus márgenes empresariales bajo unos criterios unificados, aseguran. Algo similar estableció hace un mes el Ejecutivo francés, que publicará trimestralmente los márgenes de los integrantes de la cadena alimentaria como acompañamiento al pacto con los grupos de distribución para reducir sus márgenes en una cesta de productos determinada.
Este observatorio del Gobierno es prácticamente igual al que piden los sindicatos, con la única diferencia de que UGT y CCOO solicitaron que la Tesorería General de la Seguridad Social genere un listado de empresas cubiertas por cada convenio colectivo para que la Agencia Tributaria agregara a cada uno de ellos la información sobre ventas, compras y retribuciones salariales. De esta manera, llevarían el indicador de cada convenio a la mesa de negociación que correspondiera.
Desde el ámbito académico, el observatorio se ve con buenos ojos. El economista Juan Manuel Conde Ruiz, subdirector de Fedea, considera útil esta nueva herramienta por la diversidad de fuentes existentes que dan datos de márgenes empresariales (Contabilidad Nacional, Banco de España y AEAT) y la dificultad de medirlos. Según el economista, este observatorio no beneficia a priori «ni a sindicatos ni a patronal» y podría servir para «impulsar un pacto de rentas», en el que se moderen tanto las subidas salariales como los aumentos de los márgenes en un periodo inflacionista.
También serviría como ayuda a la negociación colectiva, como piden los sindicatos y, en su opinión, otro uso importante sería «identificar subidas de márgenes que pueden deberse a falta de competencia», lo cual puede estar suponiendo una barrera de entrada para otras empresas. En este plano considera oportuno incluir a la CNMC en el observatorio y ubicarlo Consejo Económico y Social, un órgano consultivo del Gobierno con representación de patronal y sindicatos.
Por otra parte, el economista Juan Laborda considera que «el observatorio es más que necesario» porque «hay evidencia empírica» de que la inflación actual tiene que ver con el aumento del poder de mercado de las empresas «por falta de competencia». Por ello considera también prioritario dar «más relevancia a una CNMC mejor dotada de medios y de más personal».