Qué hacer si no te dan la incapacidad permanente: aprovecha esta pensión de 6.700 euros

La pensión de incapacidad permanente es una pensión contributiva que se otorga a trabajadores que han perdido su capacidad laboral debido a una lesión o enfermedad. Si la incapacidad es resultado de un accidente de trabajo, enfermedad profesional o accidente no laboral, no se requiere ningún requisito de cotización. Pero si la incapacidad es el resultado de una enfermedad común, se necesitan cumplir ciertos requisitos de cotización.

¿Cuál es la alternativa a la incapacidad permanente?

Las personas que no cumplen con los requisitos de cotización para obtener una pensión de incapacidad permanente pueden recibir una pensión no contributiva de invalidez. Esta pensión es gestionada por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso).

El Imserso explica que el Estado, a través de la Seguridad Social, garantiza la protección adecuada a las personas en situación de invalidez. La pensión no contributiva de invalidez del Imserso asegura una prestación económica a ciudadanos en situación de invalidez y en estado de necesidad, que no pueden acceder a una pensión contributiva de incapacidad permanente, aunque estén incapacitados para trabajar.

Esta pensión se puede cobrar incluso sin haber cotizado nunca a la Seguridad Social o sin haber cotizado lo suficiente para tener derecho a la pensión de incapacidad permanente.

¿Cómo son las pensiones no contributivas de invalidez en 2023?

Las pensiones no contributivas de invalidez han sido revalorizadas en un 15% en el año 2023 en comparación con las cuantías del año anterior. La pensión no contributiva de invalidez tiene una cuantía anual de 6.784,54 euros en 2023, lo que equivale a un pago mensual de 484,61 euros al mes (14 pagas al año). Esta cantidad es considerablemente inferior a cualquier pensión contributiva de incapacidad permanente.

Para tener derecho a cobrar una pensión no contributiva de invalidez en España, se deben cumplir ciertos requisitos:

• Tener una discapacidad de grado igual o superior al 65%
• Tener ingresos inferiores a 6.784,54 euros anuales
• Tener residencia legal en España durante un período de cinco años, de los cuales dos han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud
• Tener una edad comprendida entre los 18 y 65 años
• Si se convive con más personas, se tiene en cuenta la suma de todas las rentas de los miembros de la unidad de convivencia