La inversión necesaria para descarbonizar los puertos españoles supera los 4.500 millones
La transición ecológica en este tipo de infraestructuras pasa por la instalación de renovables, a la electrificación de los puertos y la producción de biocombustibles, según un informe elaborado por Ocean Capital Partners
Los puertos españoles requieren de una inversión de más de 4.500 millones de euros para abordar la transición energética, es decir, para llevar a cabo la instalación de renovables, a la electrificación de los puertos y la producción de biocombustibles para los barcos. Así lo pone de manifiesto el informe elaborado por Ocean Capital Partners, la firma que gestiona las terminales de pasajeros de Málaga y Algeciras y es el accionista mayoritario de la marina de megayates de Málaga.
De hecho, solo la última pata de la transición energética ya requeriría el desembolso de 4.000 millones de euros, asevera la compañía. En concreto, este importe iría destinado a la producción de biocombustibles como el metanol, etanol o el hidrógeno, considerando que el 10% del consumo actual se produce en España. Además, la reducción para el 2030 de un 50% la huella de carbono respecto a 2019, supondrá la instalación de unos 300 megavatios (MW) de renovables, lo que implica una inversión asociada de casi 300 millones de euros.
Un sistema portuario inteligente e hiperconectado
Asimismo, la adaptación del suministro eléctrico a buques conforme a la normativa europea (OPS) precisará de una inversión aproximada de 450 millones de euros para el conjunto de los puertos nacionales. Se trata de un objetivo de descarbonización está incluido en el Marco Estratégico del Sistema Portuario de Interés General.
La estrategia, aprobada por el Gobierno a finales de 2022 propone una hoja de ruta para convertir el sistema portuario español en un conjunto de puertos inteligentes, hiperconectados y sincromodales, capaces de optimizar la gestión de los flujos de carga y pasajeros en condiciones de seguridad y sostenibilidad.
Otras de las metas que plantea son la reducción del 12% de la presión impositiva vía tasas portuarias, multiplicar por dos la cuota ferroviaria en los tráficos terrestres portuarios o aumentar en un 25% la eficiencia media del sistema, todo ello respecto a 2019.
Para Ocean Capital Partners, cumplir estos objetivos lleva aparejados ciertos desafíos como el reto de digitalizar los puertos, para lo que considera que se necesita una mayor colaboración público-privada, o el riesgo de que algunas inversiones se intenten financiar con el aumento de las tasas portuarias, lo que cree que empeoraría la competitividad del sector.
Asimismo, los objetivos de reducción de CO2 también acarrean un riesgo de que los tráficos se desvíen a otros puertos con menor presión ambiental, como África, por ejemplo, muy cercano al gran puerto de Algeciras.