La nueva amenaza del Gobierno: colapso de la eólica marina y enfado de las empresas

La eólica marina necesita de mayor velocidad para cumplir con los plazos que se había dado el sector para su desarrollo

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Las magnitudes económicas de la eólica marina abruman: inversiones que sobrepasan los 6.000 M€ en los mejores escenarios y la creación de miles de empleos. Pero de momento todo lo que hay con respecto a esta tecnología son buenas intenciones y documentación no vinculante -algo que llevará todos los trámites al inicio-. Además, el Gobierno mantiene en el aire el cierre de los primeros pasos

Y es que, para que la eólica marina eche a andar, tienen que darse unos condicionantes muy concretos. Primero, la confirmación de los lugares donde se puede construir. Para ello se deben aprobar los denominados procedimientos de ordenación (POEM). En segundo lugar, debe generarse el marco regulatorio y retributivo; algo que debe ir a la par de la gestión de los puntos de conexión y, por último, la subasta de potencia

Desde el Ministerio para la Transición Ecológica aseguran a ECONOMÍA DIGITAL que, en primer lugar, los POEM serán aprobados en breve. Algo que se lleva trasladando semanas. Posteriormente, se calcula que antes de junio estará dispuesta la subasta de potencia junto a la nueva regulación. No obstante, las principales empresas implicadas no tienen constancia de nada -y empiezan a tener altas dosis de resignación-. Tampoco la patronal eólica, AEE, que desconoce las fechas que maneja el equipo de Teresa Ribera

Sobre lo que se conoce, el pasado día 16 de diciembre de 2022 salió publicado en el BOE la Declaración Ambiental Estratégica de los POEM. Es el primer paso para que se puedan publicar los POEM propiamente dichos. Después ha llegado el «en breve». 

Algunas de las empresas involucradas en el desarrollo de la eólica marina, entre las que se encuentran Bluefloat en consorcio con Sener; Iberdrola; Ferrovial; Greenalia; o Capital Energy, aseguran a ECONOMÍA DIGITAL que, en estos momentos, han perdido toda referencia temporal. El argumento es transversal a todas ellas. Afirman que ahora mismo se mantienen a la espera de que finalmente el Gobierno se pronuncie. Sobre todo, porque el proceso no es nada sencillo. 

Un gran trámite administrativo 

Por lo que respecta a trámites administrativos con las renovables, hace unas semanas España ya ha vivido una tensión importante con la aprobación de los permisos ambientales para las renovables que ya tenían accesos para la conexión eléctrica. Y ahora puede suceder algo similar. 

Fuentes del sector señalan a este medio algo esencial en todo este proceso: los proyectos que existen ahora, al menos los que tienen una capacidad de más de 50 MW, son relativamente ‘papel mojado’. En concreto, las compañías remiten ‘documentos de inicio’ para presentar su proyecto, y nada más que sea vinculante

El futuro de la eólica marina en España apenas ha recorrido los primeros pasos, y se necesita velocidad

Esto supone que, una vez aprobados los POEM, empieza de verdad el proceso administrativo, el trámite burocrático, las gestiones ambientales, etc. Y todo ello se hará, todavía, sin conocer la regulación, los sistemas de retribución ni la subasta por diferencia de la capacidad energética que se pueda instalar. 

Por si no hubieran suficientes condicionantes, fuentes del sector añaden que entre el Ministerio para la Transición también han surgido dudas con respecto a la subasta de potencia. Una situación derivada de la llevada a cabo en tecnología ‘onshore’ de hace unas semanas. En este sentido, asumen que la fijación de precios se mantiene como un problema debido a los índices de futuros. 

Se necesita velocidad  

«En España hay una carencia de una planificación que identifique y ordene los principales hitos regulatorios necesarios para la creación de un marco regulatorio coordinado. No se han establecido las fechas previstas para la aprobación de los POEM, la revisión de la normativa de acceso y conexión, ni de la definición de un régimen retributivo para la eólica marina. Esta planificación dotaría de una visión y estimación globales del periodo temporal en que se desarrollará el marco regulatorio de la eólica marina». Así de claro se expresaba la patronal AEE cuando se presentó el ‘Libro Blanco de la Eólica Marina’. 

Estiman que es necesario tener en cuenta los largos periodos de desarrollo de los parques eólicos marinos, desde el momento en que se adjudica la reserva de zona o régimen retributivo, hasta que la instalación llega a ponerse en servicio. Por ello, creen que «es necesaria la definición de plazos para la publicación de los diferentes instrumentos normativos y administrativos, que permita a los inversores conocer los cambios normativos que se desarrollarán y planificar sus actuaciones y estrategia con antelación».

Una tecnología peculiar  

La promoción de proyectos renovables ‘onshore’ implica la tramitación independiente de diversos aspectos como la disponibilidad del terreno, los permisos de acceso y conexión a la red, la tramitación administrativa, la declaración de impacto ambiental, la concesión de un régimen retributivo a la energía generada, etc. El promotor debe gestionar y resolver todos estos aspectos en paralelo, para llegar a buen puerto. 

La eólica marina, por el contrario, presenta la singularidad de desarrollarse en un entorno marítimo muy acotado, de dominio público, y sometido a innumerables restricciones de usos y actividades, en el que ‘el terreno’ es un bien escaso. Si a ello le sumamos, la escala de los proyectos, los elevados niveles de inversión requeridos y los largos plazos de tramitación, resulta fundamental disponer de una regulación bien estructurada y coordinada, que permita garantizar el desarrollo ordenado y la ejecución de los proyectos. 

Además, no todas las áreas del espacio marino pueden ser consideradas para el desarrollo de proyectos de energías renovables marinas, ya que deben cumplir con ciertos requisitos como disponer de elevado recurso eólico, que viabilice económicamente el parque eólico marino

Asimismo, deben darse características físicas favorables, que viabilicen técnica y económicamente las instalaciones. Entre los parámetros a tener en cuenta se encuentran las profundidades del emplazamiento, distancias a la costa, pendiente y características del fondo marino, etc. Las zonas alejadas de la costa y en aguas profundas conllevan intrínsecamente un aumento de la complejidad técnica de los proyectos, lo que se traduce en mayores costes de capital y de operación (Capex/Opex) que incrementan directamente el coste de energía (LCOE).

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