Garamendi deja colgados a Pallete (Telefónica) y las telecos en su lucha contra Google
¿Quién paga la inversión en redes? Ese ha sido el detonante para que dos importantes socios de CEOE entren en una discusión
El conflicto latente entre la patronal tecnológica Ametic y el sector de las telecomunicaciones por ver quién financia las redes ha vuelto a saltar por los aires. De hecho, hace años ya hubo una escisión que acabó con Telefónica, Orange España, Vodafone España, MásMóvil y demás operadores del sector en otra organización de nuevo cuño: DigitalES. Desde entonces, la relación ha sido tensa. Y ahora, ambas suben el tono. Esto deja a la CEOE en una posición incómoda. Ambos son asociados; y los dos tienen un peso importante.
La polémica surge porque Bruselas ultima lanzar una consulta pública sobre la implantación de una tasa a las grandes plataformas de internet (OTT) por el uso de las redes de telecomunicaciones de las que se sirven para canalizar sus contenidos. Ametic defiende sus intereses (Google, Meta, Microsoft…); y DigitalES los suyos (telecos y torreras). Ambas organizaciones están en los principales comités de la patronal CEOE. Una patata caliente para su presidente, Antonio Garamendi.
Aunque esta polémica estalla en el peor momento para el líder de la patronal empresarial. Con los rescoldos todavía calientes sobre su situación laboral -y salarial-, que adelantó ECONOMÍA DIGITAL, por ahora guarda silencio. Desde CEOE, oficialmente aseguran que no habrá posicionamiento inmediato. Una situación que, por sí misma, ya marca una distancia con los principales agraviados: los operadores de telefonía que invierten en España, algunos de ellos como Telefónica, que ha desarrollado gran parte de las redes. Pero también del resto de compañías como Orange o Vodafone, que llevan años de inversión.
Según ha podido conocer este medio en fuentes del mercado, se asume que la patronal no se va a posicionar en estos momentos entre dos socios muy importantes dentro de la organización. No obstante, estiman que tarde o temprano, y depende de cómo salga la consulta de Bruselas y lo que posteriormente se legisle, CEOE y su presidente deberán tomar postura.
Dicho planteamiento, se estima, será en favor de los operadores nacionales, con Telefónica por bandera, en detrimento de las ‘Big Tech’ americanas que tienen en España sus filiales. Aunque parece que Garamendi intentará retrasar al máximo ese posicionamiento, sobre todo, por no generar un clima de malestar y de corrientes de enfrentamiento.
El origen del conflicto
Al margen de la escisión entre telecos y empresas ‘tech’, que se resolvió con dos patronales, el último episodio es la secuencia de algo que el propio Garamendi asumía que podía pasar, tal y como publicó ECONOMÍA DIGITAL, cuando el líder de CEOE renovó su mandato.
Y ahora, con el paso adelante que ha dado Bruselas, las dos posturas se han hecho completamente visibles. Por un lado, las empresas tecnológicas han salido en tromba acusando a las telecos porque éstas, supuestamente, son las que se han movido para que las empresas ‘tech’ paguen una parte de la financiación de las redes.
Sin embrago, la realidad que llevan exponiendo los operadores de telefonía es que, dado que son usuarios, clientes y beneficiarios de las redes, habrá que explorar opciones para que contribuyan en los costes de inversión. No se ha hablado de un pago sin más por desarrollar redes, algo que hacen las telecos, sino fórmulas para que se sumen a la gestión de costes para ampliar los despliegues.
En este sentido, Ametic además se ha descolgado diciendo que «el usuario ya paga al operador por una conexión a Internet que le entregue el contenido que solicita, y gravar también a las plataformas para que paguen cuando un usuario utiliza la conexión para visualizar un vídeo o escuchar música, equivaldría a gravar por duplicado el mismo servicio». Una situación extraña, ésta de la doble imposición, si tenemos en cuenta las dudas fiscales que generan las empresas ‘tech’ a la hora de pagar sus impuestos con respecto a la facturación que tienen.
Bajo este contexto, la secuencia vendrá marcada por lo que dictamine la Comisión Europa, y será entonces cuando CEOE tenga que posicionarse de manera más clara. O, al menos, posicionarse.