Garamendi contacta a jefes patronales para frenar el descontento en CEOE antes de la Junta
Antonio Garamendi llama a los presidentes de las organizaciones de CEOE para justificar su nueva relación laboral como presidente de la patronal y la subida de sueldo
Hace dos meses no pensaba Antonio Garamendi que, después de arrasar en las elecciones a la presidencia de CEOE, se encontraría en el momento más delicado de todo su mandato. El escándalo por la regularización y subida de sueldo como presidente de la patronal, adelantada por ECONOMÍA DIGITAL, estalla a pocos días de celebrarse la Junta Directiva de la patronal.
La reunión de los máximos representantes de la organización empresarial debía ser prácticamente de trámite y, sin embargo, supone una seria amenaza para los planes del dirigente vasco si el descontento, que ha empezado a crecer entre los patronos, se convierte en un desafío abierto en la Junta Directiva que se celebra el próximo 21 de febrero.
Llamadas de Garamendi a líderes patronales
Según ha podido saber ECONOMÍA DIGITAL, el presidente de la patronal está realizando llamadas y encuentros con los principales representantes empresariales sectoriales y territoriales, para explicar y justificar su nueva relación laboral en CEOE y las condiciones de su subida salarial, y argumentando que todo se trata de una campaña en contra por sus tesis al frente de la patronal.
Hasta ahora, uno de los argumentos más utilizados por la dirección de CEOE es que la contratación es una decisión interna y que fue aprobada por unanimidad en la anterior Junta Directiva de la patronal del pasado 25 de enero. Y así esperaban llegar hasta la Junta del próximo miércoles 22 de febrero. Sin embargo, esta semana han aparecido ya las primeras críticas internas. El presidente de los empresarios de Pontevedra, por ejemplo, ha advertido que no le parece «sensible» la operación salarial en pleno campaña del Gobierno contra los empresarios y sus negocios.
Garamendi puede enfrentarse a un serio problema si este descontento, que se ha iniciado en Galicia, se extendiera a otras organizaciones y, sobre todo, decidieran expresar su preocupación en la Junta Directiva, donde el equipo de Garamendi (y sus críticos) calibrarán la relación de fuerzas de cada uno.
La inspección lo complica todo
Hasta ahora, la polémica por la regularización salarial de Garamendi, que pasa en CEOE de facturar como autónomo a tener un contrato de alta dirección, y de subirse el sueldo de los 350.000 fijados en su primer mandato a 380.000 euros actuales, no había trascendido el plano mediático y político.
Sin embargo, el sindicato cercano a Vox, Solidaridad, presentó este miércoles una denuncia ante el registro de la Inspección de Trabajo por la supuesta actividad de Garamendi como ‘falso autónomo’ en CEOE. En este caso, la Inspección está obligada a abrir expediente, como adelantó también este medio, por lo que la situación escala a la siguiente fase.
Una relación laboral difícil de justificar
Como viene publicando ECONOMÍA DIGITAL desde octubre de 2022, la retribución de Antonio Garamendi al frente de la CEOE es un asunto muy delicado. Desde que accedió al cargo en 2018, las actas de la Junta Directiva simplemente reconocían una remuneración bruta de 350.000 euros anuales. Ya entonces, como explicó en este medio, existían ciertas dudas sobre la forma en que percibía esta remuneración, puesto que no constaba Garamendi como empleado de la organización.
Finalmente, se demostró que había mantenido una relación mercantil y no laboral con CEOE, facturando como autónomo. Garamendi encargó en ese momento un informe a los abogados de la institución que le advirtieron de que esa relación, siendo el desempeño de Garamendi en la patronal a tiempo completo, podía ser irregular y exponerse a una sanción por fraude a la Seguridad Social. Este mismo miércoles, Garamendi acudía a un programa de La Sexta para dar explicaciones, con éxito muy cuestionable.
El futuro de Garamendi al frente de CEOE depende, por un lado, de la contestación interna que pueda encontrar en la Junta Directiva, y en los derroteros que coja el expediente de la Inspección de Trabajo, una vez analicen la denuncia sindical.