¿En efectivo o con tarjeta?: qué ocurre si un establecimiento no te da las dos opciones de pago
Te explicamos sí un establecimiento puede negar un pago en efectivo o tarjeta
¿En tarjeta o en efectivo? Esta es una pregunta recurrente al realizar el pago en un comercio. A pesar de que el uso del efectivo como medio de paga se ha ido reducido paulatinamente en los últimos años, sobre todo, desde la pandemia del Covid-19, los establecimientos están obligados a ofrecer los dos métodos de pago: en efectivo y con tarjeta, si no quieren recibir una multa.
Así, pese a que el pago con tarjeta se haya convertido en el método estrella para pagar, los establecimientos no pueden negar el pago en efectivo. Desde mayo de 2022, con la reforma de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, todos los comercios tienen la obligación de aceptar el efectivo como medio de pago, dentro de los límites establecidos por la normativa tributaria y de prevención y lucha contra el fraude fiscal.
Para los pagos en efectivo no existe ningún mínimo. Sin embargo, sí existe un límite máximo. Con la nueva ley contra el fraude fiscal, los consumidores no podrán hacer compras en efectivo de más de 1.000 euros por un mismo producto o servicio. Aquellos que superen dicha cantidad estarán obligados a justificar el pago si no quieren enfrentarse a multas de hasta el 25% de la cantidad pagada en función del pago total.
Así las cosas, los establecimientos no pueden obligar a pagar con tarjeta. En cuanto a este método de pago, una de las preguntas más recurrentes es sí los establecimientos pueden fijar una cantidad mínima. La respuesta es: sí. Los negocios tienen la libertad de establecer una cantidad mínima para poder pagar con tarjeta, aunque deben indicarlo con un cartel y de forma visible en el establecimiento.
Multas de hasta 10.000 euros
En definitiva, todos los establecimientos que se nieguen a cobrar en efectivo pueden ser sancionados con hasta 10.000 euros. Además, esta obligación también supone una herramienta efectiva contra la exclusión financiera, ya que no todo el mundo dispone de tarjeta para realizar sus compras.
Este es el caso de las personas mayores y de los jóvenes de entre 18 y 24, según una encuesta del Banco de España, ya que no suelen tener aún una tarjeta propia.