Hacer un contrato de alquiler a tu hijo: ventajas e inconvenientes
Los ingresos obtenidos por un alquiler se consideran rendimientos de capital inmobiliario y deben declararse ante la Agencia Tributaria
Conviene tener en cuenta que siempre que se redacte un contrato de alquiler de una vivienda, será obligatorio declarar los ingresos obtenidos antes las autoridades fiscales. Si bien algunas personas podrían pensar que en el caso de que el inmueble se alquile a familiares es posible saltarse esta condición, Hacienda no hace excepciones.
Y es que, los ingresos que se perciben por el alquiler de una vivienda se consideran rendimientos de capital inmobiliario. Por ese motivo, para determinar la renta mínima a tributar es necesario cumplir la legislación vigente, en este caso, la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), tal y como destaca el portal inmobiliario Idealista.
“Cuando el adquirente, cesionario, arrendatario o subarrendatario del bien inmueble o del derecho real que recaiga sobre el mismo sea el cónyuge o un pariente, incluidos los afines, hasta el tercer grado inclusive, del contribuyente, el rendimiento neto total no podrá ser inferior al que resulte de las reglas del artículo 85 de esta ley”, destaca el artículo 24 de la normativa.
Poniendo el foco en la fiscalidad, es indiferente que la vivienda esté alquilada a un familiar o se encuentre inhabitada. Precisamente, por ese motivo, si la intención de la persona propietaria del inmueble es cederlo de forma gratuita a un familiar, la redacción de un contrato de alquiler no es la mejor opción.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que, a nivel legal, no existe ninguna ley que prohíba la cesión de una vivienda a un familiar sin contrato de alquiler. Sin embargo, sí que es aconsejable para evitar conflictos en el futuro derivados de la cesión de este inmueble.
Una alternativa puede ser la cesión. De esta manera, el propietario cedería al familiar el uso y disfrute de la vivienda, sin recibir una cuota en concepto de alquiler a cambio. Esta alternativa permite al propietario continuar siendo el titular de la vivienda. Así, se puede decantar por la cesión de vivienda en precario, una opción que consiste en la cesión de un inmueble de forma gratuita, sin una duración definida y sin ningún contrato.
También se puede elegir la cesión de la vivienda en comodato. En este caso, la cesión se efectúa por un periodo de tiempo concreto que se define previamente. Además, si el propietario se encuentra en una situación de necesidad urgente, cuenta con la posibilidad de reclamar el piso. Para ceder la vivienda de esta manera es necesario firmar un contrato de cesión de la vivienda en comodato.
