Cataluña lidera el agujero de las pensiones: España alcanza en cinco meses el 75% del déficit de 2022
La Seguridad Social acumula hasta mayo una diferencia de 23.119 millones entre lo que ingresa por cotizaciones y lo que gasta en pensiones contributivas. El gasto mensual ya supera los 12.000 millones
La nómina de las pensiones marcó este julio un gasto de 12.017,8 millones de euros en pensiones contributivas, un nuevo récord en cuanto al desembolso mensual y supone por primera vez superar la barrera de los 12.000 millones, además de suponer que el gasto alcanza la barrera del 11,7% del producto interior bruto de nuestro país (PIB).
La revalorización del 8,5% de las pensiones, de acuerdo con el IPC medio del año pasado, ha provocado que la factura de estas pagas se dispare este año, aunque tiene también que ver la salida del sistema de pensiones de cuantías inferiores, así como la entrada de cohortes de pensionistas que cobran una prestación mayor.
Es precisamente esta una de las razones que están precipitando que el déficit de este año se esté disparando en comparación con el año anterior. Así, si comparamos los ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social con los gastos en prestaciones contributivas, entre las que se encuentran las pensiones de jubilación, hasta mayo ya arrojan un déficit de 23.119 millones de euros, prácticamente tres cuartas partes del desequilibrio total entre estas cuentas a finales del año 2022 (30.289 millones de euros).
En estas cuentas, Cataluña es la comunidad que mayor desequilibrio arroja hasta mayo: 4.044 millones de euros gasta más que recauda la caja única de la Seguridad Social en esta región, de acuerdo con estas cuentas. Aquí el gasto se ha acelerado ya que hace apenas unos meses, a cierre de 2022, el desequilibrio era de 4.882 millones de euros. En solo cinco meses la Seguridad Social ya ha incurrido en un déficit para el pago de pensiones en esta comunidad del 82,8% del total del año pasado.
Otro tanto pasa en el País Vasco. En esa comunidad, hasta mayo, se arrojó un saldo negativo de hasta 2.160 millones de euros entre ingresos y gastos, una de las cuantías más abultadas en comparación con la población residente. Sin embargo, muestra una evolución más contenida, como demuestra que el déficit acumulado en cinco meses es, todavía, el 58% del déficit total del año anterior.
Sin embargo, esta situación de desequilibrio es común a todas las comunidades autónomas. En Andalucía, por ejemplo, la Seguridad Social ha destinado 3.344 millones más de los que ingresó a pagar las pensiones. En Asturias, 1.387 millones. En Madrid, 1.702 millones… Todos los datos están en la tabla que aparece sobre estas líneas, utilizando datos de la Tesorería de la Seguridad Social.
Sin embargo, la situación de País Vasco y de Cataluña cobra especial relevancia ahora que los partidos de estas regiones serán claves para conseguir una investidura de Pedro Sánchez al frente del Ejecutivo. Si el socialista quiere repetir, sus socios podrían exigirle el traspaso de las competencias en Seguridad Social, como ya ha reclamado en campaña el PNV. Y eso podría suponer romper el principio de la 'caja única' de este seguro.
Según recoge el informe de coyuntura económica elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), con datos del Banco de España, más del 40% del componente del déficit público estructural obedece al desequilibrio generado por el Sistema de la Seguridad Social. A finales del año 2022, la deuda de la Seguridad Social superaba los 106.00 millones de euros, y el sistema de pensiones presenta déficit, que en 2023 se puede situar en el entorno del 1,8%, a pesar de las transferencias que recibe del Estado para atender gastos impropios.
Este desajuste del sistema exige medidas alternativas que garanticen la sostenibilidad del sistema más eficaces y eficientes, más allá del aumento desproporcionado de cotizaciones que, a juicio de este think tank de la CEOE, no resolvería el problema, sino que tendería a empeorarlo a medio y largo plazo.