El Banco de España alerta: estas son las consecuencias si devuelves algún recibo
Te damos algunos consejos para evitar problemas al devolver un recibo domiciliado
El adeudo domiciliado es un servicio muy común en la actualidad para pagar los servicios básicos, como electricidad, gas, agua, teléfono e internet, entre otros. Este servicio consiste en que la empresa que presta el servicio cobra por sus servicios mediante un cargo en la cuenta del cliente, quien debe autorizar previamente a su entidad bancaria para que pueda efectuar los cargos.
Como cliente, si deseas que tu entidad bancaria te brinde este servicio, debes firmar una autorización previa y expresa para que se puedan efectuar los cargos. Esta autorización es necesaria para garantizar que la empresa que presta el servicio no realice cargos no autorizados en la cuenta del cliente.
No obstante, puede suceder que, por alguna razón, se deba devolver un recibo domiciliado.
¿Cuál es el plazo para devolver un recibo?
En ese caso, la normativa de servicios de pago contempla el derecho del cliente a ordenar la devolución de los recibos o adeudos domiciliados que la entidad tiene que atender. La devolución puede realizarse dentro de un plazo que es diferente si el cargo estaba previamente autorizado (ocho semanas) o no (trece meses).
Es importante tener en cuenta que la devolución de recibos tiene sus consecuencias. Por ejemplo, si la devolución se produce porque nos giran un recibo por error o porque necesitamos liquidez urgente en ese momento, si no se explicita el motivo, corremos el riesgo de que la empresa suministradora crea, que anulamos el servicio.
Además, en algunos casos particulares, como recibos emitidos por la Seguridad Social o por la Agencia Tributaria, la devolución puede generar recargos y pérdidas de subvenciones o bonificaciones no solo del recibo devuelto, sino por los siguientes que se dejaron de emitir.
Para evitar estos problemas, es necesario asignar la clave específica de devolución correcta y la entidad bancaria debe asesorar correctamente al cliente, ajustándose a las buenas prácticas bancarias.