Agosto cerró con la inflación en el 2,6% pero los alimentos siguen disparados al 10,5%

La inflación subyacente, la que no incluye los alimentos frescos ni los precios energéticos, se mantiene enquistada por encima del 6%

Un lineal de un supermercado español con aceite de oliva, el producto que más se ha encarecido desde 2021. EFE / Victor Casado

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El mes de agosto cerró con un repunte de la inflación general al 2,6%, debido a la subida de los precios de los combustibles, y con una ligera moderación en el coste de los alimentos, que siguen disparados por encima del 10% (10,5%, tres décimas menos que en julio). En lo que respecta al índice subyacente, sin la volatilidad de los productos frescos y energéticos, se moderó en una décima, hasta el 6,1%, pero se mantiene enquistado en niveles muy altos.

«Durante el mes de agosto la inflación se mantuvo por debajo del 3% y se moderó la de los alimentos. España se consolida como la economía europea con mayor crecimiento y menor inflación, lo cual beneficia a la competitividad de nuestras empresas y también el poder adquisitivo de los salarios», ha celebrado la vicepresidenta primera en funciones y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en declaraciones remitidas a los medios.

De acuerdo con el INE, el Índice de Precios al Consumo (IPC) avanzó tres décimas debido a la subida de los carburantes y lubricantes para vehículos personales, que en el mismo mes del año pasado cayeron. Esta subida compensa la influencia negativa de los precios de la electricidad, que subieron menos que en agosto del año pasado. También suben los precios de los combustibles líquidos, que el año pasado recortaron su coste.

El Ministerio de Asuntos Económicos ha valorado la moderación de los precios de los alimentos, que recortan la presión en tres décimas en comparación con el mismo mes anterior. Los precios de los lácteos y los huevos se mantuvieron estables en agosto, mientras que el año pasado subieron. La fruta ha arrojado un descenso de los precios, mientras que la carne, los cereales y el plan subieron menos que doce meses antes.

Además, los precios de la hostelería y la restauración también se vieron influidos por el ‘efecto agosto’, con un incremento ligeramente inferior al de solo un mes antes: del 6,5% en julio al 6,4% en agosto. «Esta evolución se debe a que los precios de los servicios de alojamiento aumentan menos que en el mismo mes de 2022», señala el instituto estadístico.

En términos mensuales, comparando agosto sobre julio, los precios han aumentado un 0,5% debido, fundamentalmente, a la subida de los precios del carburante, de los paquetes turísticos y de los precios de la restauración. En sentido contrario, han favorecido la caída del precio del gas y del precio de las prendas de ropa y calzado, propio del fin de las rebajas.

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