La irrupción de portales como Airbnb, y el filón de negocio que representa ofrecer una propiedad como piso turÃstico está catapultando los alquileres de ciudades como Barcelona. La capital catalana recibe a más de 7 millones de turistas al año, y la moratoria del Ayuntamiento para construir hoteles ha disparado la demanda de pisos turÃsticos.
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Si hay licencia, hay buen negocio
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Aunque el gobierno municipal persigue a los que ofrecen su piso sin contar con licencias, los que pueden obtener un permiso de habilitación ven un interesante crecimiento de su propiedad.Â
«La disposición de una licencia turÃstica da una rentabilidad de entre un 120 y un 125%», asegura Miquel Laborde de la empresa de gestión patrimonial e inversión Laborde Marcet.
La moratoria hotelera ha generado especulación, y como se está viendo, repercusión en los precios de los inmuebles.
 
En Barcelona, el turismo representa el 14% del PIB de la ciudad, y emplea a 120.000 personas al año. Actualmente hay más de 7.000 licencias turÃsticas en toda la ciudad.

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