Pecar de sinceridad. Una tripulante de cabina de Ryanair demasiado honesta desató el pánico en un vuelo de la compañÃa entre Glasgow y DublÃn. El despegue llevaba un retraso de ocho horas, y los pasajeros empezaban a impacientarse. Entonces una azafata cogió el micrófono y anunció por la megafonÃa interna: «No vamos a despegar porque tenemos hielo en las alas y no queremos morir». El remedio fue peor que la enfermedad.
El vÃdeo, colgado por el Daily Mail, despertó la sorpresa de los usuarios. Según explica uno de ellos, «debÃamos salir a las 15:35 y, tras estar en dos aparatos diferentes, lo hicimos a las 23:35». Además, «sólo nos dieron un bono de cinco euros como compensación», añade.
La compañÃa ya ha reaccionado y, en un breve comunicado, avisa: «Hablaremos con la tripulación involucrada y les pedimos disculpas por el lamentable comentario hecho en el calor de la situación».