Aviones más anchos, pero también menos íntimos. Si volar en clase turista era ya poco íntimo, el transporte del futuro podría ser todavía más incómodo. Se acabó la privacidad, a partir de ahora, viajaremos cara a cara con otros pasajeros. ¿Una medida de eficiencia, una incomodidad o una oportunidad para mantener conversaciones con desconocidos?
El proyecto, diseñado por el grupo Zodiac Aerospace, asegura «un 15% más de espacio a los usuarios», apuntan los desarrolladores. Además, ofrece la posibilidad de meter 30 asientos más en el mismo espacio.
