El enfrentamiento entre Air Transat y Barcelona Airlines es patente. Mientras la histórica agencia catalana reclama medio millón de euros a la aerolínea –por servicios prestados, así como por daños y perjuicios tras rescindir el contrato–, la compañía canadiense niega cualquier tipo de deuda pendiente con la pyme.
Air Transat ratifica que, a principios de este año, rompió su relación comercial con Barcelona Airlines, pero subraya que fue ésta última la que incumplió con el ingreso de una «significativa cantidad de dinero» procedente de las ventas, según ha detallado a 02B.
La respuesta de la compañía radicada en Canadá va más allá. «Se descubrió poco después que Barcelona Airlines había usado fondos destinados a tareas de marketing de Air Transat para otros fines», subraya.
Con estas declaraciones, la aerolínea desmiente que haya provocado o precipitado el concurso de acreedores de Barcelona Airlines, así como que mantenga alguna deuda pendiente con su antiguo agente de ventas en España.