Vigilancia y Sistemas de Seguridad, una empresa señalada por el caso Palau, se adjudicó en 2012 la vigilancia privada del aeropuerto fantasma de Castellón. La empresa pública Aerocas fue quien le confirió el servicio por el que pagó un millón de euros, de los casi dos millones previstos, pese a la inactividad del aeródromo.
El contrato incluía el control de los filtros de embarque, la gestión de las cámaras de seguridad o la inspección de los detectores de metales. Pero el acuerdo era excesivo a ojos de la consultora Pasiphae, de Josep Piqué, que recomendó rescindirlo por estar sobredimensionado, informa El Mundo.
La Audiencia de Barcelona está investigando a la compañía adjudicataria por su presunta implicación en el saqueo del Palau de la Música. La fiscalía cree que Vigilancia y Sistemas de Seguridad, con sede en Valencia, cobraba a la entidad por obras en la casa de Fèlix Millet.