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Vuelve, a casa vuelve, por Navidad

Hay que reconocerlo, ni tan siquiera en Ferraz contaban con que el resultado final de las elecciones fuera 178-172. Todos pensábamos que la campaña era un trámite, al ‘Sanchismo’ lo liquidamos en vida y nos equivocamos. Núñez Feijóo se negó a acudir al debate de TVE alegando, y con razón, que estas elecciones no eran un Feijóo-Abascal vs. Sánchez-Díaz, dado que para que Sánchez siguiera en Moncloa era preciso el concurso, no solo de las 15 formaciones que forman Sumar sino también del PNV, ERC, Bildu y el BNG…. Y tenía razón… o casi, ahora también será necesario Puigdemont.


Eran muchos en Cataluña, incluso dentro de su propio partido, los que deseaban quitarse a Puigdemont de en medio. En octubre del ’22, cuando se preguntó a los afiliados de Junts si querían que su partido permaneciera en el gobierno catalán o no, Puigdemont defendió la salida del gobierno y su postura salió adelante por los pelos, un 55% contra el 45%, menos de 3.000 militantes le avalaron y una corta distancia de 400 votos le separo de la posición defendida por otros líderes de su partido como Xavier Trías o Jaume Giro.

En las municipales Puigdemont no tuvo protagonismo, la campaña en Barcelona fue un referéndum sobre Colau y Trías


En las municipales Puigdemont no tuvo protagonismo alguno, la campaña en Barcelona fue un referéndum sobre Ada Colau y Xavier Trías, candidato del partido de Puigdemont, se tomó grandes molestias en esconder las siglas y en no aparecer en ninguna foto con el prófugo líder de su partido.


En las elecciones generales la única visibilidad de Puigdemont fue por la casualidad de que el tribunal de la Unión Europea debía ratificar si mantenía el levantamiento de la inmunidad que el pleno del Euro cámara había acordado por amplia mayoría o no… y Puigdemont se llevó un disgusto.

El ex president de la Generalitat Carles Puigdemont interviene por videoconferencia en el mitin de JXCAT. EFE/ Enric Fontcuberta


Las semanas previas a la jornada electoral, todos los columnistas dieron por sentado que más pronto que tarde Puigdemont volvería a España a rendir cuentas ante la justicia tras un inacabable periplo judicial, hasta que llego la jornada electoral.
El día de las elecciones Junts retrocedió una vez más, lejos quedan los tiempos, allá por 2011, en los que el partido de Puigdemont, CiU, ganaba las elecciones generales en Cataluña con 16 escaños y más de un millón de votos, ahora debía conformarse con 7 diputados, y dos de ellos, en Gerona y Tarragona obtenidos en el alambre en el último suspiro D’Hondt.


Pero todo eso da igual, la victoria no es de Junts, ni del independentismo. Puigdemont, como el ‘Sanchismo’, enterrado en vida mil veces, en juzgados de Alemania o de Cerdeña, tiene ahora la oportunidad de cambiar el curso de su historia y la de España… y, sin duda, lo hará.


No hará falta que él haga nada, del “Puigdemont a prisión” pasaremos al “Puigdemont a Moncloa”. La casualidad de la participación necesaria de Puigdemont en la gobernabilidad molesta más en la Generalitat que en Moncloa. Junts es el archienemigo de ERC y la resurrección del expresidente es un obstáculo infranqueable para los de Junqueras, pero no tienen más remedio que poner al mal tiempo buena cara.

Sánchez ya no solo tiene que contentar, a Podemos, ERC, PNV y Bildu, ahora deberá añadir a la larga lista de peticionarios a Junts


No estamos frente a una reedición del Frankenstein, es algo mucho peor. Sánchez ya no solo tiene que contentar, alternativamente, a Podemos, a ERC, al PNV y a Bildu, ahora deberá añadir a la larga lista de peticionarios a Junts, satisfacerlos a todos a la vez y sus socios no pueden quedarse atrás unos de los otros ni parecer débiles así que las concesiones deberán ser muchas y constantes.


Puigdemont, como el turrón, volverá a casa por Navidad y el referéndum, su formato y su fecha quedarán establecidos antes de que Junts y sus siete diputados avalen a Pedro Sánchez.


Mirian Noguera, portavoz de Junts en el congreso, ya no deberá nunca más apartar la bandera de España antes de dar una rueda de prensa, antes habrá pasado por la sala Pedro Sánchez o Patxi López a retirarla personalmente.
No hace falta que Puigdemont se suba a ningún avión, ya ha vuelto… quizás no su fue nunca y no nos dimos cuenta.