Mujeres tóxicas
“Hay mujeres veneno, mujeres imán. Hay mujeres de fuego y helado metal. Hay mujeres consuelo, hay mujeres consuelo , mujeres fatal”, cantaba Jaume Sisa hace algunas décadas desde Barcelona. Tras los encarnizados debates que hemos visto protagonizar esta semana a nuestros representantes políticos, entre el Gobierno y la oposición, entre el Gobierno y sus socios y, especialmente, entre los dos socios de la Moncloa, a raíz de la ley del ‘sólo sí es sí’ y el 8-M, habrá que convenir en que el cantante catalán tenía razón. A las mujeres no se nos puede encuadrar como un colectivo adocenado tras las consignas de un gobierno que ni siquiera es capaz de ponerse de acuerdo consigo mismo.
Desde que Podemos irrumpió en la política española arrogándose la génesis de la creación , clamando a favor de una supuesta defensa de los derechos de las mujeres, la causa feminista se ha ido resquebrajando. Forma parte del ADN de los socios comunistas de Pedro Sánchez : todo lo que tocan lo fragmentan provocando una confrontación sin precedentes. La izquierda de Podemos sólo es feminista para defender los derechos de las mujeres que piensan como ellas. No para defender a todas. Las de derechas no merecen ni respirar. Las que no les bailan el agua, como los jueces que aplican la ley perversa que beneficia a los violadores, son fascistas. Por eso, que Isabel Diaz Ayuso sea presidenta de la comunidad de Madrid no es, para las féminas de Podemos, un ejemplo de la conquista de una mujer sino más bien un estorbo porque es de derechas. Y todo en este plan.
La izquierda de Podemos sólo es feminista para defender los derechos de las mujeres que piensan como ellas
Ninguno de los dos socios del gobierno de la Moncloa está acertando con la ley del ‘sólo sí es sí’ , la que ha rebajado penas a más de 740 maltratadores sexuales y excarcelado a más de 75. Ni los que quieren que se mantenga la norma sin mover una coma tal como pretende Irene Montero, ni los socialistas que la quieren reformar, aterrados por la sangría de votos que van detectando todas las encuestas menos el CIS.
Después de haberse manifestado el 8-M por separado, la secretaria de Estado del Ministerio de Igualdad, Ángela Rodríguez, PAM, volvió a mostrar su falta de respeto y a fomentar mensajes de odio cuando se grabó junto a unas jóvenes manifestantes coreando ‘qué pena que la madre de Abascal no hubiera podido abortar”. Una gracieta, cosas de ‘manifas’. Ése fue su mensaje después de haberse visto obligada a retirar el vídeo que ella misma había colgado en las redes. Si lo retiró no fue porque se hubiera dado cuenta de su error, como señalaba la ministra María Jesús Montero para exculparla, sino por la presión de la propia opinión pública indignada con aquella escena de odio.
La deshumanización es la antesala del ataque
El popular Borja Sémper dio en el clavo cuando habló de la deshumanización del adversario político. En efecto, la deshumanización es la antesala del ataque. Lo hemos vivido hasta la náusea en el País Vasco durante los años de plomo de ETA. Cosificaban al objetivo para poder, luego, justificar cualquier tipo de acto contra él. Ése es el combustible para cargar la violencia política contra la derecha, en este caso. Luego vienen los insultos, los escraches, los ataques.
Con esta secretaria de Estado , que es una mujer tóxica, llueve sobre mojado. Pero más preocupante resulta la reacción del Gobierno intentando quitar hierro a este episodio intentando situarlo en la categoría de la anécdota. No cabe frivolizar con el odio. No se sostiene la banalización del mal. La despreocupación por la inquina. Reclamaba Feijóo que el gobierno debía condenar este tipo de actitudes . Condenarlas y algo más, se supone. La Fiscalía debería actuar de oficio para investigar si en el vídeo de PAM hubo delito de odio.
No le están saliendo bien los planes a Sánchez. Esta semana ha tenido que atravesar las aguas procelosas de la opinión pública arrastrando el lastre de Tito Berni, el ex diputado de su partido con sus presuntas corruptelas y fotos de juergas, drogas y prostitución en plena pandemia. Tan desesperado se ha sentido que no se le ha ocurrido mejor operación despiste que la de recuperar la foto de Feijóo con el narcotraficante Marcial Dorado ¡de hace casi 30 años!
A pesar del desgaste de este Gobierno con los encontronazos entre sus socios, es menos arriesgado que sigan juntos en lo que queda de legislatura que romper y adelantar elecciones. Esta coalición y sus aliados de ‘Frankestein’ durarán hasta que pierdan el poder, que es lo que les mantiene unidos.