La izquierda verdadera da por perdidas las elecciones  

Desde hace aproximadamente unos meses, la izquierda ha manifestado que una de las razones que explican su retroceso electoral y su falta de liderazgo social se debe a no disponer de medios de comunicación afines. La cuestión que plantea es que primero se debe ganar la guerra cultural para después lograr el poder y cambiar sus estructuras.

Lo que pretende señalar es que, sin el control de medios de comunicación propios e influyentes, la guerra de las ideas está perdida y, como consecuencia, cada vez será más difícil acceder al poder defendiendo un proyecto político.

Si finalmente, como apuntan la mayoría de las encuestas, si exceptuamos el CIS, el PP logra una mayoría suficiente que le permita no depender de Vox, “la izquierda verdadera”  del PSOE argumentará que su proyecto político ha sucumbido debido a la influencia mediática de programas como el Hormiguero de Antena 3.

En los últimos días, algunos tertulianos cercanos a la “izquierda verdadera” o Sumar han empezado a insistir que, debido a la carencia de medios de comunicación próximos, la probable derrota electoral del PSOE y la pérdida de poder municipal tras las elecciones del 28 de mayo, se hace imprescindible volver a activar la calle para movilizar a la gente frente los abusos de la derecha.  

Para una parte de la izquierda verdadera, las elecciones ya se han perdido y no queda mucho margen para la sorpresa. Los motivos pueden ser debidos a la victoria de Feijóo en el debate frente a Pedro Sánchez, al hecho de que Pedro Sánchez ya no defiende en los medios de comunicación los logros del gobierno de coalición que él ha presidido y porque los grandes intereses empresariales han maniobrado para que los logros de la izquierda sean vistos como retrocesos en el objetivo de ganar en competitividad.

Para una buena parte de la izquierda verdadera, las elecciones se han perdido y ahora solo resta señalar al culpable que, por este orden, son: los medios de comunicación, los intereses empresariales, la falta de convicción de Pedro Sánchez por liderar a la izquierda que representa y la división en sus filas que provocará la abstención de sus votantes.

Antes de votar el 23 de julio, la izquierda verdadera ya está buscando culpables y preparando a sus seguidores para pedirles que vuelvan a la defensa de los principios y valores que ellos habían abandonado para servir al poder.