El Hidrógeno renovable marca el camino de la soberanía energética de la Comunitat Valenciana
Como si fuera una señal de balizamiento, así está marcando el camino hacia la soberanía energética en todo el mundo el hidrógeno renovable. Cierto es que no es la única fuente energética en la que hemos de apoyarnos en este cambio energético por el que ya transitamos, pero si es una de las brillan con una luz más intensa.
El viejo continente del que formamos parte está trabajando para tener una infraestructura energética verde lo suficientemente desarrollada como para autoabastecerse, ya que al mismo tiempo que ha recortado en un 42,7% la producción de electricidad basada en hidrocarburos sólidos con respecto a las dos décadas anteriores depende en un 57% -según datos de Eurostat- de energía de origen extracomunitario.
España no es ajena a esa realidad. Italia lidera la lista entre los países más grandes de la UE, con un 73,4%, seguida de España con un 67,9% y Alemania con un 63,6%. A la vista de este escenario, trabajar para alcanzar la soberanía energética debe estar en la hoja de ruta de los agentes implicados, abarcado todo el espectro de la colaboración público-privada definido por instituciones públicas, centros de investigación, empresas e industrias.
Sabemos lo que hay que hacer para llegar a ese punto: apostar por fuentes de energía cuyo abastecimiento no esté supeditado a países externos y sin tener que recurrir a zonas de difícil acceso o con poca disponibilidad tanto de fuentes como de materiales y componentes. Pero sin duda, el abastecimiento energético que más independencia conlleva es el de las fuentes de energía renovables. Y, todo esto, debe ir acompañado de modificaciones en las fuentes energéticas que utilizan muchas actividades humanas, como por ejemplo el transporte.
El abastecimiento energético que más independencia conlleva es el de las fuentes de energía renovables
Las ventajas más inmediatas de ser un territorio energéticamente soberano son claramente tres: independencia, reducción de costes y estabilidad. Al tener un buen acceso a fuentes de energía renovables se reduciría nuestra dependencia de abastecimiento energético externo y bajaría el precio de la energía. Lo estamos viviendo con el conflicto entre Rusia y Ucrania, a raíz del cual se ha aprovechado para subir los precios de la energía a países dependientes energéticamente.
A largo plazo, nos permitiría una aproximación total a la transición energética, siempre que la generación de energía provenga de fuentes renovables o vectores energéticos como el H2 obtenidos a partir de renovables.
Una Comunitat que está haciendo los deberes
La Comunitat Valenciana está bien posicionada para alcanzar esta meta haciendo uso de sus infraestructuras de gas y potenciando las energías renovables, tanto eléctricas como de hidrógeno y biogás. En nuestra región hay sectores que son difíciles de electrificar y a los cuales les beneficiaría económicamente por la gran cantidad de energía que consumen como son el sector cerámico, textil, del plástico y el sector portuario, entre otros. Reducirían costes, emisiones y tendrían una mayor autonomía en la toma de decisiones empresariales.
Es evidente, como ya hemos comentado, que aún dependemos de algunos países para obtener energía, pero esto está dando un vuelco radical gracias a la integración de fuentes renovables para generar energía en multitud de sectores. La hoja de ruta ya está marcada por todos los planes y normativas que se han desplegado a nivel europeo, nacional y autonómico para hacer realidad una producción de energía a partir de fuentes renovables. Pero también hay que empezar a trabajar concienzudamente en el uso y consumo de la energía, un contexto en el que el autoconsumo, la digitalización y las comunidades energéticas van a ser esenciales.
A grandes rasgos, la Comisión Europea recoge en su plan REPowerEU que está trabajando para aumentar la producción e importación de hidrógeno renovable hasta los 20 millones de toneladas en 2030. España tiene en su hoja de ruta la instalación de al menos 4 GW de potencia de electrolizadores en el año 2030 y se estima que para el año 2024 podría alcanzarse un valor total de potencia instalada de electrolizadores de entre 300 y 600 MW. En nuestra Comunitat, la Estrategia del Hidrógeno Renovable plantea que para 2030 se generen 75.000 toneladas al año de hidrógeno procedente de fuentes renovables en la región.
Nuestra Comunitat producción actualmente 18.000 gigavatios al año, lo que supone el 70% de lo que se consume y, según ha indicado el President de la Generalitat, Ximo Puig, el objetivo es llegar a los 10.000 megavatios de potencia renovable antes de 2026; y adelantar en 4 años el objetivo “Autonomía 2030”.
El círculo virtuoso que lo permite
Ante el papel que el hidrógeno verde jugará en nuestra economía en los próximos años, el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) trabaja desde hace tiempo en numerosos proyectos propios y colabora en propuestas de dimensionado de instalaciones, así como en análisis de viabilidad tecnológica. Llevamos más de 25 años siendo referente en el sector energético en el ámbito nacional e internacional gracias a nuestras capacidades y a la tecnología desarrollada que volcamos en todas nuestras investigaciones.
Pero afrontar este reto sin talento no es posible. Afortunadamente vivimos una época en la que la población más joven ha crecido con la tecnología a su alcance y es algo que forma parte de su vida, lo que es una gran ventaja. Ahora bien, la especialización es esencial en todos los sectores porque cada sector requiere de unas habilidades concretas. Por tanto, no solo hay que invertir en formación ahora, sino apostar por ella continuamente, tanto desde los centros de investigación o el ámbito universitario.
Para completar el círculo virtuoso que conforman los planes, el talento y la ejecución, es necesario acudir a las iniciativas estratégicas de colaboración público-privada, claves para desarrollar la Estrategia de Hidrógeno Renovable de la Comunidad Valenciana. Desde el ITE, desarrollamos esa estrategia y podemos asegurar que la combinación de trabajo entre la Generalitat y nuestro centro tecnológico han conseguido marcar una hoja de ruta que intenta cubrir las necesidades de empresas públicas y privadas.
Por tanto, la unión entre la administración y asociaciones privadas ayuda a acercar las necesidades del tejido empresarial y del sector energético a los entes públicos. Estar cerca de las empresas, conocer sus necesidades y ayudarles a buscar soluciones innovadoras aunando esfuerzos entre ellas y el sector público, es un nexo común entre ambos ámbitos clave y estratégico para avanzar con paso firme hacia la descarbonización de la economía.