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Feliz año electoral 2023 

Empieza un año en el que como dijo Benjamin Franklin “lo único que es seguro son los impuestos”, en especial si es usted autónomo prepárese para una subida de tomo y lomo. Pero además el año llega con dos citas electorales, la meta volante de las autonómicas y municipales de mayo y la gran batalla electoral de las elecciones generales, que con toda probabilidad se celebrarán el 10 de diciembre, dentro de 333 días.  

Políticamente hablando las opciones a las que nos enfrentamos en 2023 son sombrías. En poco tiempo sabremos si Pedro Sánchez reeditará el inquietante acuerdo con Podemos y el independentismo que pone en jaque la unidad nacional y nos acerca a la bolivarización de España o nos enfrentamos a una crisis igualmente grave porque el independentismo no acepta la victoria de la actual oposición y, por lo tanto, se vuelve al monte y nos retrotrae a los negros días de otoño de 2017.            

Antes de saber que nos espera… en 2024 dado que las elecciones generales serán pocos días antes de Navidad viviremos una semifinal en forma de municipales y autonómicas. España siempre ha marcado los grandes cambios de ciclo políticos en elecciones locales. Alfonso XIII abandonó nuestro país y nació la II República tras unas elecciones municipales en 1931. Felipe González pudo anticipar su gran victoria electoral de 1982 tras arrasar en las primeras elecciones municipales celebradas tras la aprobación de la Constitución en 1979. Aznar intuyó su victoria de 1996 tras vencer en las municipales de 1995.  

España siempre ha marcado los grandes cambios de ciclo políticos en elecciones locales

Las municipales del próximo mes de mayo no solo ratificarán a Martínez-Almeida y a Ayuso como alcalde y Presidenta de la Comunidad de Madrid o a García Page y Lambán como barones socialistas díscolos pero tolerados por el sanchismo. Las batallas clave se librarán en Valencia donde el PSOE y el PP tendrán un duelo sin cuartel y en aquellas plazas, como Barcelona, donde el proyecto de Yolanda Díaz debe demostrar si es viable. La capacidad de resistir de Sánchez en sus feudos, la fortaleza de sus socios a la izquierda y el apoyo que reciba Feijóo marcarán el rumbo a unas elecciones generales en las que Pedro Sánchez parte con una gran ventaja: el segundo semestre de este año que hoy empieza España ostentará la presidencia de turno de la Unión Europea.     

Presidir la Unión Europea es tener el maillot amarillo, vas protegido, tienes la ventaja al salir el último y todo el mundo juega a tu favor así que incluso en caso de tropiezo en las municipales y autonómicas Sánchez está en condiciones de darle la vuelta a los malos augurios y en siete meses intentar ganar las elecciones siempre con el apoyo de sus fieles aliados de ERC y Bildu.  

La marcha Radetzky desde la sala dorada del Musikverein de Viena marca, como todos, el inicio de este año en el que lo único que es seguro es que la subida de los autónomos financiará el incremento del salario mínimo interprofesional y la reforma de las pensiones quedará aplazada para 2024 no sea que cualquier decisión, necesaria pero impopular, haga perder a nadie un voto.