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El éxito de Sumar y Yolanda Díaz, en manos de ERC y Bildu

Hace una semana Yolanda Díaz consiguió que gran parte de los disidentes de Podemos reagrupados en Mas País, Comunes o Compromís y parte de los que aún no se han desmarcado del triunvirato formado por Pablo Iglesias, Irene Montero e Ione Belarra ficharan en Magariños. Todo por como dijo Alfonso Guerra «salir en la foto», un «biquiño» de Yolanda Díaz antes de subirse al escenario era una promesa de futuro.  

Sumar y Yolanda Díaz son la nueva apuesta de Pedro Sánchez y del establishment progre pero el éxito de su proyecto no depende de todos los cargos electos que ocupaban las primeras filas del polideportivo donde juega el Estudiantes en la parte alta de la exclusiva Calle Serrano de Madrid, esos cargos no suman, nunca mejor dicho nada, son solo mano de obra para el nuevo proyecto de la izquierda radical institucionalizada.

La operación Sumar no es nueva, Iñigo Errejón ya intento al final de la legislatura anterior crear un espacio a la izquierda del PSOE

A lo largo de la legislatura, la principal aportación de Podemos al primer gobierno de coalición de nuestra democracia no ha sido otro que el de ser el Loctite que une al PSOE con sus imprescindibles socios fuera del consejo de ministros, ERC y Bildu

La operación Sumar no es nueva, Iñigo Errejón ya intento al final de la legislatura anterior crear un espacio a la izquierda del PSOE al que sumo a algunos partidos periféricos como Compromís, un partido nacionalista catalán afincando en Valencia. El resto de fuerzas de izquierdas aliadas de Sánchez: BNG, ERC, Bildu optaron per mantener su relación de privilegio con Podemos y Errejón acabo siendo poco relevante perdido en la montaña del Congreso

Ahora vuelven a la carga, la diferencia con hace cuatro años es que el proyecto podemita está mucho más desgastado, Iglesias ya no dirige el partido desde la secretaria general sino desde las tertulias y la gobernanza desastrosa e hiperideologizada de Belarra y Montero está a punto de llevar a Podemos a la extinción. El único futuro a corto plazo de Podemos se basa en la caída electoral del PSOE y a la casualidad de que en algunas comunidades autónomas como Extremadura o Valencia los candidatos de Sánchez dependan de los pocos diputados que obtenga Podemos para conservar el poder.

Podemos sigue manteniendo una relación excelente con ERC y Bildu, aliados fundamentales del PSOE y sin los que Sánchez tiene imposible repetir en Moncloa

El desgaste de Podemos es tal que Izquierda Unida, que forma parte de la marca Unidas Podemos, no dudo en abandonar a su propia marca y acudir raudos a besar los pies de Yolanda Díaz a Magariños. Pero el desgaste de Podemos, la Ley del si es si y sus nefastas consecuencias o la traición de Izquierda Unida no son suficientes para garantizar el éxito de Yolanda Díaz. 

Podemos sigue manteniendo una relación excelente con ERC y Bildu, aliados fundamentales del PSOE y sin los que Sánchez tiene imposible repetir en Moncloa tras las elecciones de diciembre de este año. La mala noticia para Yolanda Díaz es la pésima relación que personajes como Gabriel Rufián mantienen con Yolanda Díaz o con pesos pesados de su proyecto como Jaume Asens, quien a pesar de presidir el Grupo Parlamentario de Unidas Podemos también se ha pasado con armas y bagajes al nuevo proyecto de la comunista gallega.

Díaz no necesita seducir a los cargos de Podemos, ni a los de IU

Pocos días antes de la aprobación de la reforma laboral, Díaz viajo a Barcelona para suplicar a ERC que apoyara la reforma, volvió a Madrid con el rabo entre las piernas y ahí algo se rompió.  La mala relación entre ERC  y Díaz viene de lejos, los republicanos votaron en contra de la reforma laboral, la ley estrella de la vicepresidenta segunda del Gobierno. El proyecto de reforma solo salió adelante gracias al error del exdiputado popular Casero. 

Díaz no necesita seducir a los cargos de Podemos, ni a los de IU, todos ellos apoyaran a Diaz con la única esperanza de conservar su cargo, ya sea de diputado, jefe de gabinete o secretario de Estado, el éxito de Yolanda Díaz solo será tal si ERC y Bildu la reconocen como interlocutora valida, si no es así Pedro Sánchez abandonará a su suerte a la vicepresidenta segunda. Nada puede interferir en su único objetivo de no mudarse de Moncloa en año nuevo.