La baraka de Pedro Sánchez
Empiezan los analistas de La plaza recordando la escena de la película «Mientras dure la guerra» en la que la Junta Militar rebelde debe elegir a su líder; en esa reunión, Millán-Astray propone, ante la sorpresa general, a Franco como el militar que debe comandar ese directorio. El argumento que emplea es, cuando menos, sorprendente: «debe ser Franco porque tiene baraka». Baraka, una especie de bendición, suerte…
Sánchez tiene suerte, amén de otras virtudes, como ya su famosa capacidad de resistir. Tiene también muchos defectos, obviamente, pero si algo sirve apara definirle es la baraka que le permite salir indemne en su propio partido con una mayoría de sus dirigentes en contra, salir indemne del batacazo que supuso el 28-M para el PSOE, salir indemne del cara a cara que perdió sin remisión contra Feijóo, etc.
De esa suerte, de la duración de esa «bendición», va a depender que renueve en la presidencia del Gobierno. Y de otros factores también, claro. Por ejemplo de Puigdemont y el PNV. El catalán fugado ya ha puesto sus primeras exigencias sobre la mesa: amnistía y referéndum.