Gran Canaria para iniciados: pueblos con encanto, piscinas naturales y arqueología para quien ya conoce la isla

Hay tesoros por descubrir más allá de Maspalomas, Costa Meloneras y Las Palmas de Gran Canaria: estos son los lugares que no puedes perderte en un viaje por el norte de Gran Canaria

M

aspalomas, Playa del Inglés, Costa Meloneras y Las Palmas de Gran Canaria, con sus coquetos barrios como Vegueta, son quizás los puntos turísticos más conocidos de Gran Canaria. Nada que objetar. Sus playas y dunas, su ambiente cosmopolita y su oferta gastronómica bien merecen un viaje.


Sin embargo, hay mucho más por descubrir en la isla: solamente en el norte, para muchos aún desconocido, habitan tesoros en forma de jardines botánicos y playas de arena negra, villas marineras y ciudades ancladas en el tiempo, productos únicos como el chorizo de Teror y el ron de una de las destilerías más antiguas de Europa, restos arqueológicos o monumentos naturales que desvelan una cara oculta de la isla.


Saliendo de Agaete rumbo a la Aldea de San Nicolás se encuentra El Risco, un diminuto pueblo por el que se accede a una de las joyas escondidas de Gran Canaria: el Charco Azul, una poza de agua de color azul verdoso intenso que cuenta con una cascada de 20 metros. Sin duda, uno de los lugares más refrescantes para darse un baño.


Siguiendo por el camino a La Aldea es posible encontrar playas secretas, como la de Güigüi. Hacen falta, eso sí, cinco horas de caminata, ida y vuelta, para alcanzar este paraíso de arena dorada y rodeada de riscos.


Más fácil es el acceso a la playa de La Aldea, de arena negra, que se encuentra junto al puerto pesquero de la localidad.